Las relaciones entre las gentes del pueblo se hacían a través del lenguaje oral, el bla,bla,bla simbolizado en la boca del pórtico de entrada que nos introduce en la escultura principal, una sucesión de labios de diferentes tamaños y expresión: conversa-ciones que iban pasando de boca en boca, “el que te digo, que me han dicho, que van diciendo y que tú has dicho…”y que, en no pocas veces, derivaban en habladurías condicionantes para los demás y para las personas objeto de las mismas. En aquella sociedad introspectiva era determinante la opinión social.
Tradicionalmente, la vida transcurría en la comarca, apegada a la tierra que proporcionaba una mera economía de subsistencia. El servicio militar para los hombres y el irse a la ciudad, a servir, para las mujeres, eran las únicas oportunidades de conocer otros mundos. La emigración de los años sesenta del siglo XX y la posibilidad de salir a estudiar, en el contexto de una profunda modernización del país, traerían el progreso y el fin de aquella vida social aquí recordada en:
Las Celebraciones, bodas, bautizos, entierros…, acontecimientos que el pueblo vivía colectivamente.
Las Fiestas, los bailes de los domingos y las Funciones, ofrecían las únicas alternativas multitudinarias de entretenimiento y de relación.
Los Juegos, diferenciados entre niños y niñas, entre hombres y mujeres, donde la calle era el espacio predilecto para los pequeños y los jóvenes, el bar para los hombres y las casas para las mujeres.
La Ayuda Mutua, la vendimia, la matanza, el esquileo, el empanerado del grano, la limpieza de loscaños y el aseo de la iglesia, los partos y el cuidado de niños y mayores establecían fuertes lazos de colaboración vecinal.
Los Momentos Compartidos en torno a la iglesia, la taberna, el lavadero, la solana, la fuente o la barbería… posibilitaban otros tantos encuentros efímeros. Tiempos aquellos en los que frecuentemente una conversación concluía en “cada uno en su casa y Dios en la de todos” o “ya hablaremos más despacio otro día”.
Tiempos en los que la información pública se daba en bandos que el alguacil, con su cornetilla, iba proclamando por las calles del pueblo “de parte del señor Alcalde se hace saber….”.